Quien
no ha usado contraseñas básica y sencillas para no olvidarnos a futuros de su
clave. Estas debe ser únicas, complicadas y que detallen
con las características necesarias para que nadie nos las pueda robar. Pero con el paso del tiempo estas claves de acceso tienen
que cambiar. En la actualidad podemos utilizar autenticación biométrica, mostrando
nuestra cara, poniendo huella dactilar o incluso nuestra voz.
¿Será el fin de las
contraseñas básicas?
Hoy
en día no se puede pensar en cómo se iniciaba sesión hace algunos años y cómo
lo hacemos actualmente, esto se debe a los cambios que han transcurrido. El error que cometemos es colocar la misma contraseña en todos nuestras redes. Utilizando programas que nos permiten gestionar la contraseñas que queremos.
Se
sabe que las contraseñas tradicionales utilizan caracteres alfanuméricos y
otros símbolos especiales, pero se están dejando mejores métodos para iniciar
sesión. Como por ejemplo, es preferible poner la huella dactilar en vez de la clave en las cuentas bancarias que utilizamos.
Cada
vez hay más aplicaciones o herramientas que permiten iniciar sesión a través de
procesos biométricos. Se están dejando a un lado las contraseñas tradicionales.
Es
verdad que aunque haya factores que sean provechosos con el uso de huellas
dactilares, reconocimiento facial o voz, también hay desventajas. Las
contraseñas tradicionales, se pueden
modificarse cuando queramos. En caso de que una clave de acceso sea robada o asumamos
la sospecha de que se pudo filtrar por un atacante, sencillamente tenemos que
cambiarla y listo. Sin embargo, ¿Se podrá cambiar nuestra huella dactilar?
El futuro es tener contraseñas híbridas
Los
mejores expertos en seguridad informática afirman que al menos a corto plazo
las contraseñas tradicionales no pasarán al olvido, en vez de eso van a cambiar
la manera en la que se las use. Vamos dirigidos a tener claves híbridas.
Se refiere a las contraseñas como una clave tradicional, ya que cuenta con letras, números y otros caracteres, pero unidos a otros procesos como la autenticación en dos pasos. Es esto lo que nos otorga verdaderamente una muralla extra de seguridad para evitar que las cuentas puedan ser robadas incluso si alguien averigua la contraseña. Necesitaría ese segundo paso y aseguraríamos nuestras cuentas.
Al
adicionar otro paso para iniciar sesión, estamos dificultando que cualquiera
pudiera entrar. Estamos manteniendo las contraseñas tradicionales, pero además un
refuerzo más a la seguridad.
Hay
que tener en cuenta que cada vez son más los sitios web y las programas de
registros que nos exigen tener una clave robusta, no nos permite
contraseña combinadas de letras y números sino con hibridas. Por ejemplo evitando las claves
comunes como “12345” o nombres personales. Nos obligan crear contraseñas que
tengan mayúsculas y minúsculas, números y otros símbolos para hacer que sean
mucho más complicadas.
En
conclusión, por los menos a corto plazo las contraseñas tradicionales seguirán existiendo.
Pero nos encaminamos a tener claves más complicadas, adhiriendo además la eventualidad
de utilizar otras técnicas adicionales como la autenticación en dos pasos.
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